Que no puedo, que quien sabe...

Si tan solo pudiera unos instantes atreverme a decir sin disimulo. Lo que quiero, lo que busco, lo que duele, lo que angustia no pronuncio.

Cual si no pisara mis propios pasos, como si mis pasos no hicieran pie, o el camino. Donde esta la puerta de la vida? De la mía.

Cansada ya de estar por este mundo paralelo que es el mío, y no el tuyo, que no cruza, no intersecta, que no para. Cual si siempre estuviera en la vidriera. Cómo se entra a la vida? Se pide “por favor, gracias, cómo no”? O sólo “después de usted”?

Dónde saco la Life-Card? Que es priceless es seguro. Tanto deseo de tocar y ser tocada, tantas ganas de romperme de este molde que me aprieta, que está ajado, que está sucio, que está viejo.

Bájenme ya del estante y pónganme junto a las galletitas rellenas, las chocotortas, las merengadas. Sáquenme ya del paquete de las Express, del tarro de Criollitas. Ayúdenme a untarle mermelada a mi corazón cerrado. Ayúdenme con la crema, con la risa, con el llanto. Quiero probar esos sabores gourmet de la vida, la existencia, a compartir las entradas, appetizers, cada plato, café y postre. Tengo tanta hambruna de la vida y estoy cansada de comerla a cucharitas o en gotero. Estuve a dieta solamente 4 décadas. Denme ya especias, fuentes, cucharones, las fichas, los recetarios, pero más que nada ayúdenme con el tiempo de cocción y la temperatura del horno.

Hoy me sentí sin apuro por regresar a mi casa, por llegar a ningún lado. Cómo hacer para no llegar más tarde a uno mismo? Cuál me deja en la esquina de la vida? Tendré cambio?